Newsletter
Las newsletters, esos correos electrónicos bien intencionados que si no nos andamos con ojo pueden acabar por bloquear nuestra bandeja de entrada, son uno de los medios comunicativos más eficaces que podemos encontrar para mantenernos en contacto con nuestra comunidad. No solamente por la extensión de usuarios potenciales existentes – 4.4 billones de direcciones creadas – sino también por el alto retorno de inversión: 38$ por cada dolar invertido.
Antes de empezar a trabajar en una newsletter es necesario tener en cuenta una serie de elementos clave para aprovechar todo el potencial que nos brindan los softwares de envío masivo disponibles en el mercado.
1. La Base de Datos
Sin base de datos no hay proyección.
Es fundamental contar con una base de datos ordenada, completa y segmentada de forma eficaz, aunque muchas veces no tendremos esa suerte por lo que tendremos que encargarnos de ella antes de nada.
Principales contratiempos que tenemos que tenemos que solventar:
Información incompleta: Dar un servicio personalizado es vital, necesitamos conocer a nuestros suscriptores todo lo que nos sea posible: nombre, apellido, lugar de residencia, intereses… Si no tenemos estos datos, tendremos que contar con nuestros suscriptores apelando a su buena fé, incentivándoles de algún modo para que nos dediquen parte de su tiempo rellenando un formulario de “actualización de preferencias”.
Nula segmentación de usuarios: “divide et impera”. Es necesario que nos planteemos los segmentos que podemos establecer para para dar al César lo que es del César, dicho de otro modo, dar a cada uno lo que quiere. Al igual que en el punto anterior, si no tenemos datos suficientes, recurriremos a nuestros suscriptores.
Formato incorrecto: las bases de datos han de realizarse siempre en una hoja de cálculo dividida por celdas, jamás en un documento de texto. Si has recibido una bbdd en un formato de texto, paciencia y ánimo para volcarlo todo en un excel.
2. El mensaje
Una vez tenemos claro quien es nuestro público, podemos comenzar a definir el mensaje a partir del objetivo comunicativo que haya que lograr. Buscaremos siempre la máxima concisión y corrección en el texto, ya que el tiempo es limitado y las formas hablan por si solas.
Siempre que nos sea posible tendremos que personalizar nuestras newsletters, bien añadiendo el nombre del destinatario mediante los códigos disponibles en el software de envío, o bien, mostrando y ocultando partes de la newsletter – en el caso de newsletters largas – en función de los intereses que tengan los suscriptores que hemos previamente segmentado durante la puesta a punto de la base de datos.
3. Dispositivos de recepción
Cada vez son más los usuarios que consultan sus correos electrónicos a través de smartphone, por lo que realizar newsletters responsive es una obligación. Hay diferentes técnicas de css que te permitirán llevarlo a cabo, como por ejemplo media queries, flexbox o cuadrículas.
Una vez hayamos realizado nuestra newsletter, podremos hacer pruebas de envío para comprobar que todo se ve correctamente.